sábado, 14 de septiembre de 2019

Breves aproximaciones al muay thai, o al arte de vivir en paz


"Si vis pacem, para bellum" Vegecio


A pesar de que la traducción de esta locución del escritor romano Vegecio (ca. 383 d.C. - 450 d.C.) suela discutirse, una interpretación general y aceptable de este adagio es: “si quieres paz, debes prepararte para la guerra”, como una máxima para aprender a vivir tranquilamente procurando paradójicamente, por ejemplo, las artes marciales.

A este propósito, es conveniente hablar de un deporte a menudo considerado como extremo y prohibido en varios países: el muay thai. Sin embargo, esta disciplina tiene un gran poder de convocatoria en nuestro país y amplia proyección internacional, amén de sus representaciones en películas clásicas de acción y artes marciales, como El Dragón de Oro, Kickboxer, Ong-Bak, y hasta en videojuegos como Street Fighter y, por supuesto, de las impactantes peleas transmitidas por la Ultimate Fighting Championship (UFC). ¿Pero qué es lo que atrae a varios adeptos a este deporte extremo y por qué es una disciplina digna de ser incluida en las Artes Marciales Mixtas?

Considerado como un símbolo nacional de la identidad e historia de Tailandia, el muay thai (“boxeo tailandés”, en español) es un arte marcial y deporte de contacto muy eficaz, que se realiza de pie y con golpes que combinan técnicas con piernas, brazos, pies, codos y rodillas. También conocido como el arte de las ocho extremidades, el muay thai tiene como raíz al muay boran, variante tradicional y arte marcial que incluye figuras y técnicas de defensa y ataque a mano abierta, luxaciones, lanzamientos y derribos.

Quizás uno de los principales atractivos de esta disciplina sea el origen de arte superior durante los primeros reinos de Tailandia. Por ejemplo, era utilizado como entrenamiento para los soldados del Reino de Sukhothai, que existió entre los años 1238 y 1408. En otras etapas fue extendiéndose no solamente como entrenamiento de autodefensa para los soldados sino también para todo público, hasta que en la era del rey Narai se convirtió en deporte profesional y se establecieron espacios abiertos delimitados por una cuerda en forma cuadrada para marcar el área de combate.

A partir de 1993 se inaugura la Federación Internacional de Muay Thai Aficionado, (IFMA, por sus siglas en inglés) y la integran 130 países de todo el planeta. Actualmente, el muay thai es reconocido no solo a nivel internacional sino también incluido en la Asociación Internacional de Juegos Mundiales, tanto que en 2015 se llevó a cabo la Copa Mundial Universitaria de Muay Thai en Bangkok.

Pero, ¿cómo es que una disciplina indochina como el muay thai ha tenido una excelente acogida en otras latitudes como en México? La respuesta puede parecer obvia. Podríamos argumentar que en un contexto de crisis sociales en la que la seguridad pública se ha visto seriamente mermada, las personas buscan saber defenderse ante una amenaza inminente. A grandes rasgos, las crisis sociales no solo han afectado las relaciones interpersonales sino también los valores o principios morales de cada persona.

Probablemente por esto, un deporte como el muay thai que obedece a comportamientos éticos llame tanto la atención, toda vez que, independientemente de las reglas que lo rigen, existen rituales que se consideran fundamentales en esta disciplina. Un ejemplo es el wai kru, que deben realizar los nak muay (practicantes), antes de combatir. O sencillamente el tradicional wai, saludo que se realiza juntando las palmas en muestra de respeto.

Además de las técnicas de defensa y ataque de las varias artes marciales milenarias orientales e indochinas, las cuales merecen mención aparte, el muay thai tiene un código de ética y normas de cortesía que lo distinguen y lo hacen universal: ser cortés y educado con todos cada vez que sea posible; no ser violento en palabra, pensamiento o acciones; entrenar y ejercitarse regularmente; mostrar respeto a las leyes de la naturaleza; entre otras reglas no menos relevantes que, en un país como el nuestro, tienen excelente acogida entre niños, jóvenes y adultos.

Aun cuando los tiempos actuales sean difíciles y de incertidumbre en varios aspectos, el entrenamiento físico y espiritual siempre será una buena combinación digna de valorarse para contrarrestar la deshumanización a la que orillan tanto la falta de inversión en educación pública de calidad como las crisis económicas.

Tal vez por esta misma razón, el muay thai sea tan popular actualmente, toda vez que también se enfoca en el desarrollo personal. De ahí que existan varias escuelas o gimnasios que incorporan la enseñanza del muay thai como entrenamiento de alto rendimiento con apego a valores fundamentales y a fortalecer el carácter.

Así que si estás pensando en un entrenamiento integral, lejos de solo incrementar los músculos de tu aspecto físico mediante ejercicios corporales, puedes aprender también a ejercitar tu mente, a forjar el carácter y, por supuesto, a conocer las técnicas de defensa y ataque de este interesante arte marcial que, en ciertos momentos críticos, nos puede ayudar a seguir cultivando el arte de vivir en paz.
                                                                                                                
Con información de www.los3dragones.com.

Fotografías: David Dare Parker 



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